Hace nueve años, mi deseo de contribuir a la inclusión social y la educación me llevó a unirme a Fundación Puente. Comencé en el área contable, donde mi conocimiento de los procesos de campo era limitado. Sin embargo, con el tiempo, aprendí mucho más sobre el impacto real de nuestro trabajo, y mi rol fue evolucionando hacia una función más estratégica, buscando soluciones innovadoras para mejorar la eficiencia y el impacto de la Fundación.
Uno delos mayores desafíos que enfrenté al principio fue la transición a un nuevo sistema contable. Fue un proceso difícil para todo el equipo, pero gracias a la colaboración y comunicación efectiva, logramos superarlo. Este reto no solo me permitió desarrollar nuevas habilidades, sino que también fortaleció el trabajo en equipo y nuestra capacidad para resolver problemas de manera conjunta.
A lo largo de estos años, mi crecimiento ha sido tanto profesional como personal. He aprendido que el trabajo social va más allá de la asistencia inmediata: se trata de empoderar a las comunidades para que encuentren soluciones sostenibles por sí mismas. Esta comprensión me ha dado un propósito claro y ha transformado mi forma de ver el impacto que podemos lograr en las vidas de las personas que atendemos.
Un momento muy especial de mi recorrido fue mi primer voluntariado, donde tuve la oportunidad de interactuar con niños de una comunidad. Las sonrisas y la alegría de esos pequeños me recordaron lo importante que es el trabajo que hacemos y el impacto real que tiene en la vida de los demás. Esta experiencia dejó una huella profunda en mi corazón, reforzando mi compromiso con la misión de la Fundación.
Hoy, después de nueve años en Puente, mi historia es un reflejo de crecimiento, superación y compromiso con la transformación social. He aprendido que el desarrollo profesional y el impacto comunitario van de la mano, y que el trabajo en equipo y la colaboración son fundamentales para generar cambios significativos. Mi recorrido en Puente me ha permitido ser testigo de cómo nuestras acciones pueden transformar vidas, tanto las de las comunidades que servimos como la mía propia.
Estéfani Granillo - Contadora General