El COVID-19 ha limitado el acceso a las comunidades por el riesgo de contagio. Esta situación no nos ha permitido llevar a cabo las capacitaciones en las comunidades y las visitas domiciliarias. Sin embargo, estamos desarrollando nuevas estrategias para continuar atendiendo a las familias y así avanzar en la prevención de la Desnutrición Crónica Infantil (DCI). Las actividades agrícolas y pecuarias no se han detenido pues son básicas para la alimentación de las familias.
En San José Poaquil, Chimaltenango se ha llevado a cabo la entrega de pilones para la re siembra en los huertos de las familias, garantizando alimentos para consumo diario.
En Santa María Cahabón, Alta Verapaz, se ha llevado a cabo la vacunación de las gallinas ponedoras para prevenir las enfermedades en las aves y poder mantener el consumo de alimentos altos en proteína. El consumo de un huevo diario provee a los niños mayores de un año la proteína necesaria y así prevenir la DCI.